Ingredientes:
pimientos rojo finos
sal
azucar (opcional)
aceite de oliva
agua
Cortamos los pimientos a la mitad transversalmente y les quitamos el pedunculo y las pepitas.
En una sarten echamos 3 dedos de aceite y 1 vaso de agua y lo ponemos a calentar. Cuando este medio caliente echamos los pimientos de esta manera no saltara el aceite.
Tapamos inmediatamente para que no salte y mantemenos el fuego fuerte. Les damos la vuelta al cabo de un rato.
Al añadir agua junto con el aceite los pimientos se frien pero quedando blandos de manera que la piel se desprende facilmente.
Despues los colocamos en un plato con papel de cocina absorbente.
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